La inflación de Estados Unidos repuntó sorpresivamente y llegó al 3.7% anual, impulsado por aumento en la gasolina, lo que conllevaría una respuesta de la Reserva Federal (Fed) y con repercusiones en México.
La Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos publicó el Índice de Precios al Consumidor este 13 de septiembre, donde indica que en agosto cerró la inflación anual en 3.70%.
Lo preocupante en Estados Unidos es que la inflación aceleró hasta 3.7%, que es superior al 3.6% que esperaban los mercados, de acuerdo con FactSet que conglomera las expectativas de economistas.
La inflación no sólo no termina de domarse sino que subió por segundo mes consecutivo. Además la inflación subyacente, de bienes que son clave y cuyo precio determina a mediano y largo plazo la trayectoria de la inflación general, se mantiene en 4.30%.
Por otra parte, la inflación general mes a mes fue de 0.6%, destacando el nuevo repunte en precios de gasolina en Estados Unidos. Este miércoles el promedio nacional es de 3.85 dólares por galón.
México y el revire.
Con el repunte de la inflación se abre la puerta a que la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. suba de nuevo las tasas de interés o por lo menos que las mantenga en el actual nivel de 5.50% base, lo cual podría provocar un deterioro para la economía del país.
En México, el banco central Banxico es sensible a los datos estadounidenses y podría venir un nuevo aumento a la tasa de interés base situada en 11.25%, en perjuicio de créditos, del consumo y del crecimiento económico a fin de estabilizar los precios.
En México la inflación es de 4.64% anual al corte de agosto, 0.9 puntos porcentuales mayor a la estadounidense.
